Descripción
Este hotel ocupa su particular localización privilegiada desde hace ciento cincuenta años. Sus pisos y chalets ofrecen una vista asoladora del anfiteatro natural que forma la bahía de Funchal y se hallan en una ‘quinta’ (finca) perteneciente a una familia de solo dos hectáreas de superficie, que cuenta con plantaciones de plátanos, flores y caminos de empiedres. El hotel se halla a poca distancia del centro de Funchal y, incluso de esta manera, ofrece un santuario muy privado, donde pocas veces llega el trajín y el bullicio de la urbe.Esta finca de pleno desempeño, que a lo largo de un buen tiempo fue el hogar de una de las familias más reputadas de la isla, termina de abrir sus puertas y le anima a gozar de este apacible oasis en el corazón de Funchal. Es una ocasión inusual para probar el modo de vida de una auténtica finca de Madeira, con todas y cada una de las comodidades que pueda aguardar el viajante de actualmente. El hotel dispone de vestíbulo con recepción, como de parking.Los estudios del hotel son muy espaciosos y cuentan con camas dobles o bien dos camas individuales y con una extensa zona de estar. Los estudios están pertrechados con baño separado, corredor con cocina pequeña y horno microondas. Los pisos cuentan con una cocina completa de planta abierta y una extensa zona de estar, aparte de dormitorio y baño separados. Todas y cada una de las habitaciones están dotadas de sofá cama por si acaso se precisan opciones extra de alojamiento y una cocina grande con horno de gas y hornillos.En el circuito hay una piscina al aire libre.